mi paraguas trae una inmensidad de estrellas
que se abren y desaparecen
tras las nubes
en el cielo
un calentador de escalopas está en la playa observando
los niños escapan con arena pegada en la espalda
buscando nuevas razones para volar
un sinfín de colores y el rojo que no termina nunca
que se convierte en una corriente maniaco depresiva
comenzando por los brazos
produciendo un sonido ligero
que recuerda el vacío
de las articulaciones
entre los cuerpos
las uniones
las proximidades
la niña brillante dibuja caritas felices
sobre las balas que encuentra
en los cajones de su padre
sólo existen bala